Ellos son los artífices y mediadores, en algunos casos, de la información que saborean miles de peruanos a cada momento del día, los dueños de la pluma fantástica capaz de cambiar opiniones de un pueblo entero, ellos tienen la capacidad de obtener una sonrisa en el rostro cuando uno empieza el día y de hacernos retornar a nuestros hogares con el sinsabor de alguna mala noticia. No hablare del Periodismo, heroica profesión, sino de las personas que lo hacen, como describí en un inicio los virtuosos de la información.
No es necesario ser sabio para entrar a esta carrera tan profunda, solo se necesita tener una amplia capacidad moral, creatividad, honorabilidad, un espíritu de riesgo y sobre todo vocación para poder saber encaminar la noticia a un nuevo panorama de la información. Pero como es que esta carrera se ve recortada?
Son varias las razones que implican esta ya conocida comercialización de la información, en la que la mercancía principal será vender más escabrosidad a nuestros ojos y oídos, sin importar a quien podamos perjudicar en el camino, no se confunda, no es que tenga que hacer uso de la famosa frase: Libertad de expresión y de información, sino de que se mantengan los limites perecibles de que y como saber informar.
Pero oiga…¡ el Periodista es Peruano, con P de poder, con P pueblo, con las mismas necesidad que obligan al resto de peruanos mortales a caer en la tentación de ir contra principios débiles de moralidad en la que no es tan difícil de llegar, pero vamos ¡¡¡ fuerza ¡¡¡, no somos todos (aún) que estamos en el mismo circulo vicioso de querer más.
Y es que falta que el periodista tome responsabilidad ante la gran labor encomendada, a la labor que durante y después de las aulas universitarias se verán reflejadas en el medio de comunicación y vera que no todo lo descrito por sus maestros es cierto, será necesario preparar una coraza ante lo duro que le espera afrontar
Guiados por una variedad de medios de comunicación, valiente periodista recorrerá día a día el sinuoso mundo de la veracidad, guiado simple y completamente por su ética establecida. En muchos casos el medio impondrá los mandos sobre su quehacer diario y será inevitable que ciertas líneas sean cambiadas por factores que suelen perjudicar la empresa, allí es donde se establece la indecisión de quedarnos momentáneamente sin trabajo o implantar la palabra tan desgastada hoy en día…nuestra ética.
Y es que la competencia laboral en nuestros días obliga al hombre de prensa a verse sometido a crueldades ante sus principios. Aunque no hay el que se ve beneficiado con esta suerte de cómplice de de la mala información. El camino es complicado en especial si sabes que detrás de ti hay una fila india de una buena cantidad de personas con un file bajo el brazo.
¿Cómo responder correctamente ante una sociedad que exige información y veracidad?, ¿Cómo manejar a cientos de jóvenes universitarios a nivel nacional y revertir el sistema?... o es que ya no hay solución… yo creo que si.
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