…lo que necesita para su almuerzo encuéntrelo en un solo lugar
Irremediablemente no fue un día propicio para que encontrara el mercado en su máxima expresión, la verdadera venta la encontraría los días sábados y domingo en este variado centro de abastos. La turbidez del cielo hacia denotar un toque de desánimo a mas de los 300 socios que pugnan por vender día a día. Al parecer no todos se habían animado a empezar la venta siendo ya las 10 de la mañana, o quizá ya no lo harían durante todo el día. Es martes y la gente que acude es tan escasa como los nuevos soles que recibirán en ingresos a sus bolsillos el día de hoy.
Este es uno de los mercados del distrito de Surquillo ubicado entre principales avenidas de la ciudad: Angamos y Paseo de La Republica, un lugar estratégico que podría aliviar la alicaída venta como refiere la señora Carmen Salas que con gran potencia en la voz ofrece las verduras frescas del día: “¡Ya nada es igual, antes acabábamos la venda hasta antes de las 5 de la tarde, y los caseros tenia la seguridad de que al día siguiente encontrarían la verdura fresca, pero ahora no es así, porque la verdura queda para el día siguiente!”, señala, “¡Los nuevos supermercados nos invaden y ya no hay mucha gente que venga pero al menos lo que ganamos alcanza para comer humildemente¡”.
Acompañada de un par de amigos continué mi recorrido que me envolvía en la realidad pintoresca de un mercado, recopilar novedades era mi objetivo, pero mi atención se desvió cuando me halle justo en medio de toda la manzana, que era el espacio que ocupa este recinto, un mar de voces llego a mi como si fuese la clienta que todos los vendedores esperaban, me envolvieron entre ofertas de carne, pollo, verduras, papas, arroz, azúcar, almuerzos al paso y hasta ropa, solo ahí fue donde recién percate el desorden en que incurren al no tener zonas señaladas para los diferentes rubros.
La Señora Delia, vecina de la señora Carmen la encontramos en pleno picadillo de verduras, solo de las más principales, aquellas que entran en una típica sopa de casa, ella nos comenta, “la gente ya no tiene tiempo ni para respirar, y hasta prefiere comer en la calle, esa es mi función…ahorrarles tiempo picando las verduras para que entren directo a la olla no mas”. Es el típico ingenio criollo que hace que el día a día se vuelva más fácil, hasta para comer. “Con una bolsita de un sol cincuenta basta para que cinco personas en la mesa gusten una rica sopa que contiene zanahoria, cebolla, un poco de apio y porro, zapallo y unos granos de choclo, y para que todos se retiren con una sonrisa en el rostro.
Al ir en busca de precios en los diferentes productos ya no me sorprendí tanto, todos los días los medios de comunicación se encargan de anunciar el malestar de todas las amas de casa en el país, un nuevo incremento de precios en los principales productos de pan llevar, el dolor de cabeza en este mercado se lo llevo olímpicamente el arroz, el azúcar y el aceite, y es que los precios están por las nueves en medio año el los precios en estos productos se han incrementado en casi un 50% a más y es que a estas alturas el comer ya no es una necesidad sino un lujo.
Aun así llevarse una exquisitez a la boca, como lo es la comida peruana conlleva mas que una larga lista de precios, sino, el saber escoger los productos adecuados para tal preparación. Nos acercamos sigilosamente al puesto de venta del tubérculo más apreciado de todos los tiempos, y declarado el producto del año, la papa seguirá sorprendiéndonos aun con su larga lista de variedades como nos cuenta Ricardo que lleva 15 años en el mismo puesto y con el mismo rubro, y nos dice que hay papa para todos “esta es una bendición del Señor porque nunca se va a agotar”.
Los mejores olores, sabores y colores lo encontramos en dos puestos continuos, la culpa de los mejores aderezos del día las tenían ellas. Un buen ajo molido para granear el arroz, un ají colorado para el estofado, ají amarillo para la ocopa, cilandro molido para el seco y rocoto encurtido para acompañar todos estos platos.
La cocina peruana tiene un sin fin de secretos y que solo algunos fueron revelados en este recorrido mercantil. No se angustie porque en estos tiempos de crisis usted seguirá soltando “ajos y cebollas” por algunos productos que ya no están tan al alcance de su bolsillo, pero no se preocupe, que habrán otros mas que lo estarán esperando en el mercado de su barrio, gustosos a ser preparados.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario